FAMILIA QUE COME UNIDA...
Por Carlos Edwin Pinilla B.
No cabe duda que al rededor de la mesa del comedor se construye y se mantiene unida la familia. Sin embargo, en el tiempo presente las necesidades de espacio y el uso indiscriminado de tecnología, por mencionar algunas razones, ha relegado este espacio a un sitio en la cocina, la sala de tv y hasta la habitación.
Mas no es sólo el espacio físico el que se pierde. Cambia la esencia misma, la idea de comer en familia supone un momento único para compartir, apoyar, integrar, educar y dar ejemplo para la vida.
Las nuevas acepciones de democracia que otorgan libertades a niños que no saben manejarlas; el facilismo y la falta de compromiso de algunos padres que prefieren servir a sus hijos productos elaborados con alto contenido calórico y de grasas antes que verlos hacer una rabieta han convertido la hora de comer en un proceso de ingesta pero no de alimentación. Los malos hábitos alimenticios trascienden en el tiempo y ademas se trasmiten convirtiéndose en un circulo vicioso en el que enseñamos con el mal ejemplo los malos hábitos alimenticios al punto que se vuelven paisaje y nadie se inmuta por la situación.
Un niño no es responsable de su alimentación, ese es un tema de adultos, si a temprana edad no recibe alimentación balanceada cargará el resto de su vida con las consecuencias. Ese niño será un adolecente con obesidad y probablemente con diabetes, problemas de presión arterial y un sin número de enfermedades más.
No se trata de ser alarmista pero de acuerdo al último informe del estudio* "Panorama de Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe" el 32.8% de la mujeres Chilenas mayores de 18 años tienen sobrepeso o son obesas. Por otra parte, el 24.8% de los hombres se encuentran en la misma situación mientras el 9.3% de los niños menores de 5 años también se encuentran afectados.
El tema pasa por todas las instancias de la sociedad: podemos culpar al urbanismo, las políticas sociales, la sociedad o en general a quien nos parezca bien señalar. La realidad es una sola: somos responsables de nuestros hijos y nuestras familias. La solucione parte por nosotros.
Alimentarse sano para dar ejemplo y proveer opciones sanas a nuestros hijos es un principio para que nuestra familia aprenda a cuidarse.
Combatir este flagelo es tarea de todos. Es hora de dejar de comer y empezar a Alimentarse.
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*Fuente
El estudio fue elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS)
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